Hola, ¿cómo estáis?
Nosotros estamos ya de vuelta de unas navidades de postal que el Valle nos ha regalado.
Muchas me habéis ido preguntando sobre nuestra caravana por IG, os he ido contestando por privado y os he dejado en una carpeta de destacados las respuestas de las preguntas que me hicisteis por stories, pero algunas me habéis animado a recoger toda esta información en un blog para que sea más accesible. Así que aquí estoy, iniciando, en este año nuevo, un proyecto que espero que os guste; con ilusión de compartir las parcelas de mi vida que os
muestro en IG pero con un poco más de calma y saboreando cada publicación. Mi intención es hablaros de viajes, rutas, escapadas, planes en familia, sitios especiales, descubrimientos, experiencias, cosas bonitas y de nuestro estilo de vida, en el que intentamos ser conscientes y respetuosos con todo lo que nos rodea.
En este primer post empezaré contándoos cómo fue nuestro proceso hasta acabar escogiendo nuestra casita con ruedas.
Desde que nos conocimos hace ya 17 años, a D. y a mí siempre nos
ha llenado de felicidad viajar, descubrir lugares y maneras de vivir que nos han ido transformando en las personas que somos ahora. Cuando llegaron Pere y Valentina teníamos clarísimo que viajar formaría parte del ADN de nuestra familia desde el principio. Hemos ido probando y buscando la manera que encajara mejor con nuestro modelo de familia. Hemos probado un poco de todo: alquiler de segundas residencias por temporadas, intercambios de casa, avión+hotel, viaje organizado, escapadas en casa rural, bungalows, ruta con coche y tienda de campaña, caravana, alquiler de autocaravana, etc.
De todas esas experiencias hemos ido aprendiendo, pero el contacto con la naturaleza, el poder de improvisación y dejarse llevar donde te guíe el instinto, el no atarnos a un lugar fijo y el poder hacer largas rutas recorriendo Europa, nos hicieron reducir las opciones a autocaravana, camper o caravana.
Es importante entender que cada familia tiene que buscar la manera de viajar que se adapte mejor a sus necesidades y sus proyectos. En nuestro caso, tanto David como yo trabajamos en educación, lo que nos ofrece la posibilidad de coincidir con todas las vacaciones escolares de Pere y Valentina, que, además, son muy generosas. Para nuestro proyecto de familia es importante que nuestro ocio combine oferta cultural maravillosa de la gran ciudad con el aprendizaje vivencial de la naturaleza y la diversidad cultural que se obtiene conociendo otros países.
La caravana nos permite llevar a cabo esa combinación sin arruinarnos por el camino.
Muchas personas desconocíais la opción caravana (yo la primera), y me habéis preguntado por qué caravana y no autocaravana o camper. Pues bien, nuestra primera idea fue apostar por una van. Estábamos mirando cambiarnos el coche cuando la opción furgo parecía ser la mejor, pero nuestra experiencia en tienda de campaña nos hizo comprender que necesitábamos un mínimo de confort para vivir y dormir durante largos periodos de tiempo. Así que, desestimada la opción van, era el turno de mirar autocaravanas. En estas que el destino hizo de las suyas y nuestro coche nos dejó tirados, con lo que tuvimos que comprar un coche nuevo y hecha la inversión, comprar otro automóvil (como es la autocaravana) no nos convencía. Pero entonces David, que tenía experiencia campista, empezó a plantear la caravana como otra posible opción. A mí no me convencía, no había visto muchas caravanas y lo poco que había visto no cuadraba con mi mentalidad minimalista y con nuestro proyecto de hacer rutas e improvisar destinos los fines de semana. Pero, como os decía, cada familia debe buscar lo que le hace feliz, y si no existe, hay que crearlo. Y eso hemos hecho.
El mundo de la caravana muchas veces se relaciona con largas temporadas estando en el mismo lugar y con poca movilidad, con muchos accesorios que hacen que montar y desmontar sea un proceso largo y dificultoso. Así que cuando empezamos a mirar caravanas nos centramos en que fueran muy pequeñas sin perder ese confort que para nosotros es muy importante. Finalmente, después de comparar muchos modelos y marcas, por fin, después de los meses de confinamiento, el mes de junio ya la teníamos, pero antes de hablaros de nuestra caravana os dejo NUESTRA lista de pros y contras entre caravana y autocaravana, porque me soléis preguntar el por qué de nuestra elcción. Esto es muy personal, y como os decía antes, cada familia debe de encontrar su manera:
Caravana vs Autocaravana
Pros:
- Cuando estás instalado dispones del coche para ir a comprar o hacer excursiones de una manera más ágil.
- El mantenimiento de la caravana es menor.
- Si ya dispones de un coche, el precio es menor.
Contras:
- En ruta vas más despacio y la conducción es un poco más delicada que con autocaravana.
- El instalarse es más lento que con la caravana.
- Siempre pernoctas en un camping (para nosotros esto no es un contra ya que nos gusta la autonomía que cogen nuestros hijos y además yo soy muy miedosa, pero entiendo que para mucha gente este puede ser un contra).
Como veis, al final creo que lo que escogemos es la manera de viajar; el cómo viajamos, al final, se acaba adaptando a nosotros. Me hace sentir muy bien cuando estando en un camping como estas navidades, podemos coincidir campers, vans, autocaravanas y caravanas. O en verano, que coincidimos también con tiendas de campaña y compartíamos el día a día con gente de nacionalidades diferentes. Creo que formamos una comunidad con valores muy parecidos: libertad, ganas de viajar, amor por la naturaleza y las diferentes culturas, descubrir todos esos rincones que el planeta nos tiene preparados, llenos de belleza.
Espero que os haya gustado leerme y nos vemos pronto. En breve intentaré colgar un post sobre nuestra caravana y sus características, que a muchas os interesa y otro sobre los sitios que hemos visitado con nuestra casita sobre ruedas.
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